En pocas el INDEC dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de febrero.
Este índice no sólo se utiliza para saber cuanto más caro nos costo vivir en el último mes en la Argentina, sino que es el que se utiliza para calcular los intereses a cobrar por los bonistas acreedores desde el canje de deuda después de la crisis del 2002 y el que nos dice si nos encontramos por encima de la línea de pobreza, si somos pobres o si por el contrario somos indigentes dado que estamos por debajo de la canasta básica.
Esta deformación del IPC impacta directamente en el calculo de cuantos pobres e indigentes hay en nuestro país lo que dificulta la elaboración, proyección y ejecución de los planes sociales dado que el cálculo de la población destinataria ha sido inexacto.
Esta deformación del IPC por parte del Indec pone en riesgo la vida de bebes, años, embarazadas, jóvenes y viejos que dependen de cómo se calculan sus gastos para percibir un plan social que les permita sobrevivir en un país que durante los 90 sólo aplico políticas económicas exclusivas, que rompió las redes de contención social y se desentendió del futuro de sus ciudadanos vulnerables.
No es lo mismo un país que crece a que los ciudadanos de un país crezcan.
3.3.08
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