Tres años pasaron desde la tragedia de Republica de Cromagnon, un lugar donde se realizaban recitales y se organizaban espectáculos donde, venciendo las leyes de la naturaleza, entraba más gente de la posible.
Muchas preguntas quedaron sin respuesta. Y no si Chaban pagaba coima a los inspectores, a los bomberos y a la policía. Tampoco si Aníbal Ibarra era el último responsable político de la ineficiencia de sus funcionarios.
Otras son las preguntas sin respuesta que no figuran en los expedientes judiciales ni en las entrevistas periodísticas.
¿Por qué había chicos menores de edad en un recital nocturno en un lugar cerrado? ¿Por qué una banda que venía de hacer tres estadios de fútbol completos despedía el año con tres recitales, uno por disco lanzado, en un lugar con tanta diferencia de capacidad?
¿Por qué una madre deja a su hijo al cuidado de extraños en un baño acondicionado para guardería? ¿Cómo un abuelo o abuela permite que su hijo lleve a su nieto a un recinto cerrado donde el humo de las bengalas, el ruido de la banda y los empujones de los presentes podían lastimarlos?
Preguntas que jamás tendrán respuestas.
2.1.08
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1 comentario:
tenes mucha razon
esto es un desastre, argetina lo es, buenos aires lo es
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