Terminaron los juegos olímpicos

Terminaron los juegos olímpicos. El gobierno festeja las medallas conseguidas, y sumadas a las de hace cuatro años dice que es el gobierno que mas medallas consiguió en la historia. Falacia por pocos desmentidas, dado que en el gobierno de un tal Marcelo T. se consiguieron 13.
Pero este no es el tema. Las olimpiadas dejaron varias cosas para comentar. La primera el triunfalismo con que algunas delegaciones partieron hacia china (futbol, hockey, basquet) y el silencio de las restantes (judo, ciclismo). La diferencia entre los deportes amateurs y los profesionales.
Otro de los temas es la política deportiva que se quiere para nuestro país y que no puede planificarse sólo para un gobierno de 4 o, en el mejor de los casos 8 años. Una medalla olímpica no se construye de un año para el otro, es un trabajo de décadas avalando deportes y deportistas, invirtiendo en infraestructura y en torneos competitivos, desarrollando jóvenes y chicos dispuestos a sacarificar muchas cosas en el afán de conseguir un logro por pocos valorado y una victoria que dura, para el público el tiempo que los medios le destinan, pero que en lo privado de cada hogar el tiempo que el corazón lo permite.
Algunos periodistas sostienen que los deportistas deberían blanquear sus verdaderas posibilidades y sincerarse absteniéndose de participar si no están en condiciones de alcanzar un logro significativo. Pero no cualquiera llega a una olimpiada, años de entrenamiento previo, de privaciones, ilusiones empeño y esfuerzo; participar de una competencia nacional que clasifica para otra de carácter internacional clasificatoria, preolímpico, y lograda esta clasificación recién llegar a la “olimpiada”. Por que abandonar las expectativas de tantos años ante una posibilidad de un flojo rendimiento, tal vez tengamos suerte o a lo mejor somos buenos en serio.
Pero el fondo de todo es una simple pregunta: la política deportiva tiene que centrarse en conseguir medallas o debe tender a que la mayor cantidad de gente posible mejore su condición de vida gracias a la práctica deportiva, ¿estas dos premisas son incompatibles? ¿ la gestión de un secretario de deportes se mide por la cantidad de medallas conseguidas en un torneo determinado’ o es algo más complejo y menos medible? Escucho opiniones.