En los 90 Maria Julia Alsogaray no dijo que el Riachuelo se limpiaba en 1000 días. pasaron los tres años y la mugre se siguió acumulando; las industrias continuaron arrojando sus residuos sin tratar a sus aguas y la contaminación avanzó.
Hoy nos prometen que en 10 años; tres veces más de tiempo del pronosticado por Maria Julia, conseguirán limpiarlo.
Pero para lograrlo no basta con sacar lo que en él hay. Es menester que la limpieza comience por las empresas que arrojan sus efluentes a sus aguas, que se las controle y obliguen a tratarlas antes de deshacerse de ellas.
Uno intenta creer en los funcionarios que hacen los anuncios grandielocuentes, pero la confianza se ve ataca por los largos años de frustraciones; de hospitales anunciado, inaugurados que al momento de ser usados no existen. De escuelas con computadoras pero sin luz.
Tal vez esta vez sea verdad, que en 3650 días podamos disfrutar el riachuelo.
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